La obesidad es una enfermedad crónica, de tendencia epidémica y creciente, que predispone a otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, las apneas del sueño o la hipercolesterolemia, reduciendo la calidad de vida y aumentando el riesgo cardiovascular, el de sufrir algunos tipos de cáncer y la posibilidad de muerte prematura.
Figura 1. Fruta o medicamentos.
A pesar del especial interés en el tema por muchos grupos de investigación, todavía no existe un tratamiento farmacológico de eficacia demostrada a largo plazo y otras intervenciones como la dieta, el ejercicio físico y la terapia conductual por si solos, tampoco han demostrado buenos resultados.
Por ello, la cirugía bariátrica o cirugía de la obesidad continúa siendo el tratamiento más eficaz para la obesidad mórbida; consigue buenos resultados ponderales mantenidos en el tiempo, una mejora significativa de las comorbilidades y de la calidad de vida, así como un aumento de la supervivencia.
Sin embargo, se ha de tener en consideración, que el obeso mórbido es un paciente complejo debido a sus características antropomórficas y a las comorbilidades asociadas, requiriendo una reparación específica por un equipo multidisciplinar para poder ser sometido a una intervención quirúrgica con la máxima seguridad posible.
La toma de decisiones debe llevarse a cabo dentro de un proceso estructurado en el que un equipo o unidad multidisciplinar de profesionales (cirujano, endocrinólogo, psiquiatra/ psicólogo, enfermería, dietista y otras especialidades según las enfermedades asociadas), tras un estudio preoperatorio completo, ayudan al paciente a escoger la técnica más adecuada para él y garantizan un seguimiento a largo plazo. El paciente debe comprometerse a modificar sus hábitos de vida y a seguir los consejos recibidos.
Estadísticas de la obesidad
La prevalencia de la obesidad mórbida se ha incrementado exponencialmente en los últimos años en los países desarrollados constituyendo en la actualidad una pandemia mundial.
Según estudios recientes, en España la obesidad es más común en los hombres que en las mujeres, ya que el 70% de ellos (9 millones) sufren sobrepeso u obesidad; en cambio, entre las mujeres, lo sufre el 50% (7 millones). Tanto en hombres como en mujeres, el grado de sobrepeso más habitual es el grado ll, y el de obesidad, el grado l.
Figura 2. Prevalencia de obesidad en la población española.
La prevalencia de la enfermedad varía según los diferentes grupos de edad; es mayor en poblaciones de edad más avanzada. De este modo, el 69% de la población mayor de 65 años sufre sobrepeso u obesidad, y en particular es más común entre los hombres. Por el contrario, la población adulta con menor índice de sobrepeso u obesidad la constituyen los jóvenes de 18 a 24 años.
La distribución de la obesidad a nivel nacional varía según la comunidad autónoma. Asturias, Galicia y Andalucía destacan por tener el porcentaje de población con obesidad más elevado, con cifras del 26%, 25% y 24%, respectivamente. Por el contrario, Islas Baleares y Cataluña son las regiones con el menor índice de obesidad, ya que solo la padecen el 11% y el 16% de la población.
Sobrepeso y obesidad
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación excesiva de la grasa del cuerpo, consecuencia de un aumento en el consumo de calorías procedentes de la dieta. Debemos ingerir en la dieta una cantidad de calorías adecuada para mantener un peso normal que se conoce calculando el índice de masa corporal o IMC.
En el caso de los adultos se define el sobrepeso y la obesidad de la siguiente manera:
• Sobrepeso: IMC igual o superior a 25
• Obesidad: IMC igual o superior a 30
El IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, pues es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades. Sin embargo, hay que considerarla como un valor aproximado porque puede no corresponderse con el mismo nivel de grosor en diferentes personas.
El índice de masa corporal (IMC) o BMI por sus siglas en inglés (body mass index), es un indicador simple de la relación entre el peso y la estatura, que se utiliza para identificar el grado de sobrepeso y obesidad que presenta cada quien.
Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos entre el cuadrado de su estatura en metros (kg/m2).
La formula es: IMC= Peso en kg/(talla en metros)2
Clasificación del sobrepeso y obesidad según el IMC
Figura 3. Clasificación del sobrepeso y obesidad según el IMC.
Circunferencia de la cintura
Además del peso importa el lugar donde se acumula la grasa. En el hombre es más frecuente su distribución abdominal y en la mujer a nivel de las caderas. Por esta razón al aumentar de peso se suele decir que los hombres tienen un cuerpo en forma de manzana y las mujeres en forma de pera. La distribución abdominal de la grasa se asocia a aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión arterial y se evalúa a través de la medición del perímetro de cintura.
Se considera de riesgo un perímetro de cintura superior a 88 cm en la mujer y 102 cm en el varón.
Circunferencia de la cintura en mujeres: > 88 cm.
Circunferencia de la cintura en hombres: >102 cm.
Figura 4. Peso ideal.
Peso ideal
Es aquel que le permite a la persona tener un adecuado estado de salud, sentirse mejor y tener la máxima esperanza y calidad de vida. El peso ideal de cada persona está marcado por su constitución corporal, edad y sexo.
Una buena manera de medirlo es con el IMC, sabiendo que estaría entre 18 y 24. Sin embargo, hay que aclarar que un estado nutricional saludable depende de varios factores, no solo del peso, y este último también depende de la proporción de masa ósea (hueso), masa muscular, masa adiposa (grasa) y agua corporal.
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